Homenajean a Carlos Fuentes a una década de su ausencia

Por: Adrián Montiel González

A diez años de la muerte del autor mexicano, su viuda, Silvia Lemus, continúa acompañando en FIL Guadalajara el legado literario del escritor fallecido en 2012

 

Silvia Lemus llegó a la FIL Guadalajara para presenciar el homenaje que destacadas autoras y autores le rindieron a Carlos Fuentes por medio del análisis de sus obras cumbre: La región más transparenteAuraTerra NostraMyself with others y La frontera de cristal.

 

El homenaje “Universo Carlos Fuentes: ficciones”, se centró la relevancia de las obras del escritor mexicano en la literatura iberoamericana y también en inglés, pues vivió en ambos idiomas a lo largo de la geografía continental y europea.

 

La editora Consuelo Sáizar abordó La región más transparente, una novela que, de acuerdo con la época, no hay registro de una obra tan esperada.

 

“En los primeros 20 años de La región más transparente los jóvenes difícilmente podrían entender la avidez, que no se conoce, con la que se esperó su publicación”, citó un comentario de José Emilio Pacheco publicado en la revista Proceso.

 

De acuerdo con Sáizar, una generación descubrió en la novela a su país y vio reflejadas sus calles, sus barrios bajos, la atmósfera cultural, el México prehispánico, las fiestas con daikirís.

 

El éxito de Fuentes ocurrió por una decisión determinante: ante el dilema de continuar con la escritura o desarrollar su carrera de abogado, le confesó a su profesor de derecho, José Campillo, que abrazaría las letras.

 

“Decidió ser escritor, tomó ese riesgo y rechazó una posición en el sistema judicial que, más tarde, tomaría Miguel de la Madrid: nuestro escritor podía ser presidente de México o ser un escritor inmenso de calidad excepcional”, relató Sáizar.

 

El autor de La ciudad de las palabras, Alberto Manguel, quien recibiera la Medalla Carlos Fuentes en la presente edición de la FIL de Guadalajara, destacó la fortuna y desgracia en la decisión del autor.

 

“Cuando decide ser escritor México ganó una enorme riqueza pero tuvo también una enorme pérdida”, dijo entre risas de los asistentes.

 

En su comentario a la novela Aura, Manguel reveló la motivación de los personajes que no actúan de manera individual, sino a través de un mecanismo social que los hace funcionar, donde el amor fue la reelaboración de su experiencia con su esposa.

 

“Es una obra que es un camino de descubrimiento: el tema es el amor y figura en toda la obra de Fuentes. Esa es la figura a través de la experiencia con su esposa Silvia Lemus, que la transforma en toda su obra”, precisó. Dijo que Aura es una reflexión profunda de la naturaleza del deseo erótico. 

 

“Donde los personajes pueden resistirse a todo, salvo a la tentación. Aura es la memoria de un arrepentimiento del pasado que, gracias a Fuentes, olvidar ya no es posible”, subrayó.

 

El autor de En Busca de Klingsor, Jorge Volpi, comparó el genio literario de Carlos Fuentes con el de Balzac, pues su talento le permitió desarrollar cualquier tipo de narración.

 

Para Volpi, Terra Nostra es la obra maestra, la más ambiciosa de toda su obra. Y “no sólo es su obra maestra y total: en ella no sólo aglutina sus preocupaciones, sino su poética”, explicó.

 

Terra Nostra es una novela que puede oscilar entre el París moderno y la España del siglo XIX, cuyo protagonista es el monarca Felipe II, dijo. 

 

“Es un hilo que va de un lado a otro; una amalgama que abarca todos los espacios, el tiempo, la edad del tiempo: es el más poderoso motor de su narrativa”, subrayó Volpi.

 

La escritora Cristina Rivera Garza, autora de La cresta de Ilión y El invencible verano de Liliana, y ganadora del Premio Xavier Villaurrutia, revisó Myself with others, obra en inglés de diez ensayos autobiográficos, literarios y políticos, que despertó el elogio en Estados Unidos y la polémica en México.

 

“Uno de sus principales críticos, Enrique Krauze, calificó la obra como ‘antiauténtica’, pues planteaba un viejo debate: ¿qué era ser verdaderamente mexicano? y los peligros de convertirse en un escritor universal”, se preguntó la escritora.

 

Fuentes se movió entre ambas lenguas: compartía una relación jerárquica y violenta por principio, pero son lenguas que le pertenecían; una polémica que se instaló en la década de los años 90. Claro, “la discusión ha cambiado de tono, y en el inglés muchos han encontrado su casa”, destacó Rivera Garza.

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Pues varios escritores viven el inglés como lengua escrita mientras hablan en español o viceversa. Hoy ya no se cuestiona a quienes se desarrollan en cualquier ámbito lingüístico en las letras o en la comunicación.

 

“Necesitamos, decía Carlos Fuentes –y aquí me hago eco–, otra lengua, otras lenguas, una multiplicidad de lenguas no subsumidas o ajenas de todo del inglés para enunciar en su cabalidad la palabra futuro”, dijo. Las “otras lenguas” son la literatura, de acuerdo con Rivera Garza.

 

“De eso también se trata también la literatura de hoy, y eso ya lo sabía desde hace tantos años Carlos Fuentes”, concluyó.

 

El catedrático en el Departamento de Literatura Comparada de la Universidad de California, Efraín Kristal, caracterizó a la novela La frontera de cristal como una cicatriz de las relaciones ásperas de personajes mexicanos y de EUA.

 

“La frontera es una cicatriz donde perdimos terrotorio; una cicatriz es el indocumentado, son los gringos, los indocumentados, es el lugar que reclaman todos”, dijo.

 

Para él, el doloroso abrazo del personaje Mario Iglesias y el joven ponen en contacto las complejidades que están detrás de las heridas y cicatrices “que separan a los individuos y las fronteras, pero también están en ellos la semillas de la reconciliación”, explicó.

 

El homenaje a Carlos Fuentes fue organizado por la Cátedra Latinoamericana Julio Cortázar.