Reconocen el legado de Enrique Florescano
El vigésimo quinto Coloquio de Historia, dentro del programa académico FIL, estuvo dedicado al historiador mexicano #ComunidadCUCSH
En marzo pasado falleció el historiador Enrique Florescano. Para recordar su memoria y honrar su legado, el vigésimo quinto Coloquio de Historia abrió un espacio para que amistades y colegas le rindieran un emotivo homenaje como parte de FIL Pensamiento en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
A lo largo de su carrera, Enrique Florescano (1937-2023) formó investigadores desde la academia, publicó obras señeras de nuestro pasado y lideró proyectos orientados a la comprensión histórica de nuestra nación, siempre comprometido en lo individual y lo profesional con la divulgación. El coloquio contó con la participación de Héctor Aguilar Camín, Jean Meyer, Ana María de la O Castellanos Pinzón, Juan Manuel Durán Juárez, Lilia Victoria Oliver Sánchez, David Carbajal López e Hira de Gortari, convocados por el Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara.
“En los múltiples libros y artículos que escribió, puso a la vista de sus lectores diversos temas de los que está hecha la identidad y la idiosincrasia del pueblo de México: cultura prehispánica, símbolos, mitología, arte, religión y economía, entre muchos otros. También debatió a partir de polémicos conceptos como tradición-modernidad; región-nación; memoria-olvido; identidad-identidades, todo ello desde diversos enfoques”, apuntó Ana María de la O Castellanos Pinzón, rectora del Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad de Guadalajara.
“He participado en varias presentaciones y recuerdos dedicados al doctor Florescano, y siempre aprendo algo que no sabía de él. Una de sus obsesiones era sacar el conocimiento de los círculos especializados y llevarlos al mayor público posible. Eso estuvo presente en él desde un principio, cuando estaba en la Universidad Veracruzana, y le dieron la oportunidad de ser parte clave de su revista. Esa es la esencia y origen de Nexos, que era traer el conocimiento especializado a un espacio que lo volviera legible, accesible”, comentó el historiador y politólogo Héctor Aguilar Camín, también director de la revista Nexos.
“Si algo me ha sorprendido a la hora de estar preparando estas notas es la vastedad de la obra de Enrique Florescano, verdaderamente es impresionante. Es difícil encontrar un historiador de los siglos XX o XXI con esa capacidad de trabajo, esa agudeza, y esa no ruptura sino continuidad entre sus intereses iniciales por la historiografía prehispánica, y luego por la historiografía de los siglos XVIII, XIX y XX”, señaló Hira de Gortari, académico e investigador en historia.
Jean Meyer agradeció a los organizadores del coloquio, y recordó que asistió a la primera FIL junto con Enrique Florescano. “La última vez que vi a Enrique, en su casa, me dijo que su deseo no era nada de homenajes post mortem. Que él había apreciado —y mucho— los homenajes que le hicieron en Ciudad de México, en la Universidad Veracruzana y en El Colegio de México. Su último deseo fue nada de homenajes… y aquí estamos, traicionando. Recuerdo un hermoso librito de Milan Kundera que les recomiendo: Los testamentos traicionados. ¿Qué hubiera pasado si Max Brod obedece a Kafka y quema todos sus manuscritos? Al mismo tiempo quiero ser fiel a Enrique, y mi homenaje será muy breve y no académico”, relató con humor Jean Meyer.
Al tomar la palabra, Juan Manuel Durán Juárez, rector del CUCSH recordó los detalles del proyecto para recibir la biblioteca personal del historiador, que sumaba 18 mil libros, con el fin de seguir siendo consultada. 17,600 volúmenes fueron entregados a la universidad. Avisó que se quería quedar con 400 porque “tenía que terminar unos trabajos”. El rector aclaró que posteriormente hizo llegar estos ejemplares restantes.
“No sólo nos dejó todos sus libros. También nos dejó sus diplomas de grado académico para esta colección que está en el segundo piso de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco, y espero que, como deseaba Enrique, muchos estudiantes estudiosos de la historia, de los doctorados, maestrías y licenciaturas la aprovechen”, concluyó Durán Suárez.