Ideas de Aldo Leopold influyeron en la conservación de la Biósfera de la Sierra de Manantlán: Enrique Jardel

Por: Martha Eva Loera

Realizan foro en torno a uno de los Padres de la conservación de la naturaleza, en BPEJ

 

El pensamiento de Aldo Leopold tuvo influencia en la conservación de la Reserva de la Biósfera de la Sierra de Manantlán, un área importante por su diversidad biológica y su función en la protección de cuencas, afirmó el biólogo Enrique Jardel, académico del Departamento de Ecología y Recursos Naturales IMECBIO (Instituto Manantlán de Ecología y Conservación de la Biodiversidad), del Centro Universitario del Sur (CUSur), de la UdeG.

 

Este centro universitario regional ha desempeñado un papel importante en la conservación del medio ambiente. Muchos de los trabajos que los investigadores han realizado en torno a este objetivo, específicamente en la Estación Las Joyas, están enfocados en la conservación y conocimiento de la biodiversidad regional.

 

La propuesta de conservación de esta reserva de la biósfera incluyó muchas ideas de Leopold, y en ésta se plantea la conservación con el buen uso de recursos naturales, dijo el académico universitario durante su intervenciónen el Foro “Aldo Leopold en México y México en Aldo Leopold”, que tuvo lugar en la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco (BPEJ) Juan José Arreola, como parte de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2019.

 

De acuerdo con las ideas de Leopold, la conservación de la naturaleza implicaba un estado de armonía del hombre y la Tierra. Para él no se podía ignorar, ni evitar, las manos del hombre en la naturaleza. La Tierra es una comunidad, un concepto básico de la ecología, y aseguraba que debe ser amada y respetada, mencionó Jardel.

 

Aldo Leopold es considerado uno de los Padres de la conservación de la naturaleza. Nació en Estados Unidos de América en 1887 y murió en 1948, y fue autor del libro El almanaque del condado arenoso. La UdeG y la Universidad de Wisconsin-Madison colaboraron para lograr la primera versión en español, en 1996, en conmemoración de los 70 años de la publicación.

 

Aldo Leopold estuvo entre 1937 y 1938 en la Sierra Madre Occidental. Durante su viaje a Chihuahua se dio cuenta de que la tierra se encontraba en perfecta salud aborigen, ya que se encontró con un ecosistema funcional en un estado natural, añadió el historiador-biógrafo Curt Meine, autor de Aldo Leopold: his life and work.

 

Leopold era también consciente de la importancia de proteger paisajes sanos. De hecho, es autor de un ensayo respecto a ese tema. En cuanto a su libro El almanaque del condado arenoso, se convirtió en un best seller en la década de los 70, gracias al movimiento ambientalista, dijo Meine.

 

El etnobotánico Gary Paul Nabhan, especialista en conservación de recursos genéticos y diversidad biocultural, y académico de la Universidad de Arizona, mencionó la relación, sobre todo epistolar, entre Enrique Beltrán (1903-1994), considerado el primer biólogo titulado en México, fundador del Instituto Mexicano de Recursos Naturales Renovables, y Aldo Leopold.

 

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