Combate a la corrupción en la 4T ha sido más táctica de comunicación que estrategia efectiva: especialistas en FIL

Por: Julio Ríos

Perseguir “peces gordos” debe hacerse, pero no se han tocado a las redes de personajes que hicieron posible la corrupción

El combate a la corrupción en el gobierno de la Cuarta Transformación (4T) ha sido más efectivo en el terreno de la comunicación política que en los hechos. Además de que parece más el esfuerzo de un solo hombre que una apuesta institucional y de mecanismos que funcionen independientemente de quienes estén al frente de los entes públicos.

Esto lo explicaron los participantes en la 4T Debate, en la mesa correspondiente a “Los retos en combate a la corrupción”, convocada por el programa FIL Pensamiento en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), y que fue moderada por el periodista y analista político Leonardo Curzio.

La Directora General de Comunicación, de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, maestra Maite Azuela, indicó que el gobierno, en materia de comunicación política, ha posicionado de una forma efectiva la agenda anticorrupción, pues de acuerdo con encuestas, se redujo 20 por ciento la percepción de corrupción en el país.

“Independientemente de este discurso, la narrativa ha sido apropiada en el imaginario colectivo, porque contrasta con el cinismo que se vivió en las anteriores administraciones”.

“Pero esto, de todas formas, no alcanza a ser una guerra contra la corrupción –añadió–. Solamente empieza una táctica de posicionamiento en el imaginario colectivo. A un año de gobierno de la Cuarta Transformación, esto se ha quedado más en la narrativa, en el campo semántico”.

Recordó que hubo resistencias de la clase política en el anterior sexenio contra el Sistema Nacional Anticorrupción, sin recursos y sin voluntad política. “Es una tortuga que nació tuerta y coja. Y el gobierno sigue tapándole el ojo y no la deja avanzar”, afirmó.

Y respecto al hecho de que la Unidad de Inteligencia Financiera, que encabeza Santiago Nieto, tiene en la mira a personajes emblemáticos de la corrupción del sexenio pasado, dijo que se corre el riesgo de que “esa persecución se vuelva personal y dejar a toda una red de corrupción sin investigar y sin justicia”.

El doctor Gonzalo Hernández Licona, Doctor en Economía por la Universidad de Oxford, integrante de la Junta de Gobierno del Colegio de México, explicó que, ante la ausencia de un sistema universal de procuración de justicia eficiente, personajes de la clase política y empresarial se han entendido con el intercambio de favores.

“Por eso las soluciones no pueden ser las detenciones de algunos corruptos, y de vez en cuando. Da gusto que una de las banderas de este gobierno sea combatir la corrupción, pero me da la impresión de que las soluciones no son tan claras, parece que son esfuerzos individuales. Hablamos del gran esfuerzo del presidente que enarbola esa bandera, que está bien que la tome, pero sin instituciones sólidas. Cuando el presidente se vaya, el esfuerzo se va acabar”, declaró.

“La fórmula del presidente es centralizar las compras en Hacienda, pero cuando Raquel Buenrostro, que es una mujer honesta, se vaya, estamos perdidos. Este no es un tema de individuos, sino de instituciones. Porque el problema de origen es la falta de un sistema de justicia universal”, abundó Hernández Licona.

La doctora Jacqueline Peschard Mariscal, profesora titular en la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), puntualizó que una cosa es tomar la bandera de la corrupción con el respaldo popular que tiene el presidente, y otra que haya una política efectiva de combate. Además de que colocar en puestos estratégicos a personajes cercanos al presidente, con el argumento de que son honestos, tampoco ayuda.

“Si no se atacan las tuberías por donde corre la corrupción, las tuberías de las instituciones gubernamentales y la colusión con las privadas, por más que cambies cabezas, éstas se van a ver ahogadas por el alud de ese sistema. Tienen que ser políticas públicas enfocadas en nutrir a las instituciones de estas nuevas fórmulas de integridad y fórmulas para evaluar esta integridad”, subrayó Peschard Mariscal.

Y calificó de preocupante que nombramientos de instituciones que son autónomas estén capturadas por la figura presidencial.

El investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM, doctor Sergio Alcocer, especificó que técnicas como el Blockchain ayudarían a que los trámites puedan hacerse de modo seguro y evitar la pérdida de información y fomentar un gobierno más transparente, que rinda cuentas.

“En México hay 73 millones de usuarios de Internet. Uno de cada seis interactúa con el gobierno. El uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) podría otorgar mayor transparencia en trámites y mayor seguridad. El mejor ejemplo es Estonia. En ese país uno puede votar a través de una tarjeta conectada a una computadora”, informó.

Recordó que el equipo ganador de Campus Party 2017 desarrolló un sistema confiable de licitaciones a través de Blockchain. La compra y venta de inmuebles en el Registro Público de la Propiedad se puede proteger, como en Georgia, donde todos los trámites están basados en TIC.

“El Banco del Bienestar quieren extenderlo en 13 mil sucursales. Eso costaría 13 mil millones, el mismo presupuesto de la Universidad de Guadalajara. La entrega de estos recursos podría echarse a andar a través de tarjetas inteligentes, en lugar de gastar en sucursales, construirlas y luego operarlas”, dijo.

El integrante del Comité de Participación Ciudadana, del Sistema Nacional Anticorrupción, doctor Jorge Alberto Alatorre Flores, explicó que entre los retos está convertir dicho sistema en un auténtico sistema y no sólo en un conjunto de instituciones como lo es actualmente, además de fortalecer las políticas anticorrupción, la simetría institucional y despojar el combate contra la corrupción de un enfoque de vendetta política.

“Y algo muy importante, en Jalisco, cuando yo fui Presidente del Comité de Participación Social, solo éramos cinco integrantes. Si sólo esos cinco integrantes hubiéramos actuado solos, nos habrían aplastado los poderes fácticos. Pero gracias a que tuvimos el respaldo de universidades, incluida la Universidad de Guadalajara y de 30 organizaciones civiles, logramos que no nos quedáramos en llamadas a misa”, subrayó.